Shinrin-yoku (en japonés, “Baños de bosque”) es una práctica que se originó en Japón en la década de 1980 como parte de un programa nacional de salud diseñado para reducir los niveles de estrés de la población. A medio camino entre el deporte, la meditación y la aromaterapia, esta práctica para mejorar la salud tiene más que ver con el “mindfulness” que con el senderismo, a pesar de llevarse a cabo entre los árboles.
Según el Instituto de Baños de Bosque (institutodebañosdebosque.com), el shinrin-yoku se basa en vivir experiencias sensoriales. Es diferente de cualquier paseo en la naturaleza que haya realizado. Consiste en paseos tranquilos de no más de un kilómetro, inmersos en el bosque, de entre 2 a 3 horas de duración, unidos a una serie de “sugerencias guiadas” que nos animarán a despertar los sentidos y a restablecer el vínculo con la naturaleza.
¿En qué puede ayudar el shinrin-yoku? Universidades niponas, europeas o norteamericanas han profundizado en las dinámicas activas surgidas en los hábitats naturales. Se le atribuyen beneficios a la hora de disminuir la hormona del estrés, la tensión arterial, el azúcar en sangre, mejorar la salud cardiovascular y la metabólica.
Está científicamente comprobado que los niveles de cortisol (la hormona del estrés) descienden exponencialmente cuando estamos dentro del bosque o en contacto con la naturaleza. Y también que en el bosque inspiramos fitoncidas, aceites naturales que los árboles segregan para protegerse de insectos, bacterias y hongos. Así que su sistema de defensa beneficia al nuestro, tal como sostiene el Dr. Qing Li, inmunólogo, director de la Sociedad Japonesa de Medicina Forestal.
Según explica el Dr. Qing Li, el primero de una serie de estudios de baños de bosque lo hizo en la ciudad japonesa Iiyama, y observó que “tras 3 días y 2 noches en el bosque, las células NK (natural killer) de los participantes aumentaron un 50% y su actividad, un 52,6%, junto con el aumento de la presencia de proteínas anticancerígenas”. Estos mismos estudios realizados por el Dr. Qing Li señalan que el efecto, tras pasar 3 días y 2 noches en el bosque, dura hasta 30 días. Si sólo vas a pasar el día, el efecto es de una semana.
En las fotos podéis ver imágenes de los bosques de nogal de Woodna-Maderas Naturales. Los nogales son especialmente activos en la producción de metabolitos secundarios (p.ej. la juglona) y es especialmente agradable la sensación que se tiene al pasear bajo ellos y respirar el aire que generan con un aroma tan característico.