Maderas duras: Desde el principio de los tiempos, la madera ha sido el material más importante utilizado en la construcción (lee nuestro post Una construcción en madera de más de 7.200 años). Su relativa facilidad para transformarla y la ligereza con respecto a su resistencia la hicieron indispensable en la construcción y fabricación de herramientas. Las revoluciones industriales del siglo XIX introdujeron otros materiales como el hierro, acero, hormigón, plásticos… pero la necesidad de una economía sostenible y descarbonizada (nuestro post Madera como sumidero de CO2) ha convertido a la madera en la piedra angular de las sociedades actuales.
La madera natural es aquella que se obtiene únicamente a través de los troncos de los árboles y no se utiliza ningún proceso químico durante su fabricación, a diferencia de las maderas artificiales, que son mezclas de plásticos y madera. A su vez, se puede clasificar de muchas maneras. La forma más común de clasificar la madera natural es según sus características de dureza, y dentro de esta propiedad distinguimos dos grandes grupos: las duras y las blandas. En este artículo, nos centramos en las maderas naturales duras.
Las maderas duras proceden de árboles del grupo de las frondosas, que pertenecen a las plantas angiospermas, es decir, árboles con hojas, flores y frutos, como es el caso de los robles (bellotas), castaños (castaña), cerezos (cerezas) o nogales (nueces). El término “madera dura” se debe a que el tronco y las ramas de estos árboles tienen una madera muy densa y esto se debe a que las células que la componen son distintas a las de las maderas blandas.
Algunas de las ventajas que presenta este tipo de maderas, es que suelen ser más duraderas y resistentes. Además son fáciles de pulir y tallar y suelen tener más veta y mejores acabados.
Por el contrario, debido a su alta densidad, son más difíciles de aserrar, secar y trabajar en general. Esto junto a la lenta tasa de crecimiento de sus árboles y la mayor escasez, hace que tengan un precio más elevado.
Usos de las maderas duras
Las maderas duras, como el nogal y el cerezo, tienen una amplia gama de aplicaciones: muebles, suelos, panelados o revestimientos, instrumentos musicales y alta decoración en general. Es importante destacar que, como las maderas duras son más escasas que las blandas, como el pino o el abeto, son más caras y, por tanto, no se utilizan tanto en industrias ni en la construcción.
Las maderas duras se prefieren generalmente a las maderas blandas debido a su belleza y durabilidad. Existen diferentes productos que se anuncian como maderas duras que están en realidad construidos con chapas de madera dura unidas a materiales menos costosos como el tablero de fibra o el contrachapado, por lo que es importante saber diferenciar cuándo se trata de madera al 100% y cuándo no.
Cada madera tiene su propio grano y patrón de crecimiento, consistencia, densidad y tamaño de los poros. Estos aspectos afectan en gran medida a la flexibilidad de las maderas duras, especialmente en la fabricación de muebles, donde solamente ciertos tipos de madera dura son capaces de soportar la presión de fijar las patas a los asientos de las sillas sin partirse, por ejemplo.
Esperamos que hayas encontrado informativo este artículo. Si estás buscando utilizar la madera dura en la decoración de tu hogar, Woodna es lo que andabas buscando. Nuestro equipo lleva años dedicándose al cultivo de árboles y a la fabricación de piezas de madera únicas, y nos encantaría ayudarte a elegir los mejores productos de madera. Visita nuestra web para ver más de cerca nuestros productos.